domingo, 9 de noviembre de 2008

La noche americana: vivo sin vivir en mí


“Obama: Caen las barreras raciales mientras los votantes aceptan el llamado al cambio", "Obama: 'El cambio ha llegado a América'” , "Obama cambia el color de la historia", “Obama culmina el sueño del cambio”, "Ganó Obama y EE.UU. tendrá su primer presidente negro". Son los titulares de algunos de los principales diarios del mundo: cambio, cambio, cambio.

No sé qué siento, no sé si tengo frío o calor, si reír o llorar, si cortarme las venas o dejármelas largas. De verdad, no sé si estoy contenta, me alegra que esa sociedad, la estadounidense, que siempre he considerado tan retrógrada, superficial y estúpida (y que conste que no me gusta generalizar*), haya hecho posible que 50 años después del asesinato de Martin Luther King un negro sea presidente electo del país. Dicen que no habla como un negro, que no se viste como un negro y, evidentemente su formación no es la de cualquier negro americano, pero su color de piel es el que es. Sin embargo, y aquí viene mi dilema, este hombre milita en un partido que está a la derecha de nuestro querido PP. Entonces, ¿Me alegro o no?

*Léase en tono irónico

La noche americana: la casa por la ventana




21 interminables meses de campaña culminaron el pasado martes 4 de noviembre con la elección de Barack Obama como Presidente de los Estados Unidos. Y en estos tiempos de crisis, los medios de comunicación no repararon en gastos para narrar in situ todo lo que allí acontecía. Días antes del gran día ya pululaba por tierras americanas lo más granado del periodismo estatal, de Carles Francino a Pedro Piqueras, pasando por Josep Cuní y Lorenzo Milà, nos contaban desde el escenario de los hechos lo que nos podrían haber contado desde el plató o el estudio habitual. ¿Acaso no estamos en la era de la información?

El despliegue de medios en algunos casos fue incluso superior al de las elecciones españolas de marzo. Teniendo en cuenta que algo más de 1.200.000 personas siguieron los programas sobre los comicios estadounidenses en las distintas cadenas y más de 12 millones las elecciones españolas de marzo, ¿Está justificado este derroche? Sobre todo en el caso de la cadena pública que, aunque fue líder de audiencia, duele más porque la pagamos todos y yo no llego a fin de mes.

La noche americana: telegrama

Obama ha ganado en Pensilvania. Stop. También Ohio. Stop. Obama ha ganado las elecciones. Stop. Bush se va el 20 de enero, Stop. Dicen que con Obama llega el cambio. Stop. No sé si creérmelo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

CADA TAZA CUENTA

A dos días de que (¡por fin!) se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, me ha llamado la atención uno de los miles de sondeos que surgen a diario con el fin de vaticinar cual de los dos candidatos, Barack Obama o John McCain, será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Se trata del que llevan a cabo en los supermercados 7-Eleven, donde los clientes eligen diferentes tazas de café en función del candidato preferido.

El café solo en taza azul es el de Obama y el cortado en taza roja el de McCain. Recuerda que al contrario de lo que ocurre en Europa, la derecha en América se identifica con el color rojo y la izquierda (o menos derecha en este caso) con el azul. Los que aún no lo tienen claro toman descafeinado.

Algunos de los diarios de mayor tirada en Estados Unidos, como el New York Times, se han hecho eco de esta campaña que se lleva a cabo desde el año 2000, por lo que ya lleva dos elecciones valoradas, con un margen de error muy pequeño y que ya avanzó las dos victorias de George W. Bush.

A través de la web www.7-election.com, también se puede comprobar cual es el porcentaje de futuros votantes de cada candidato estado por estado. Hoy, Obama gana por goleada, ya que todos los estados donde se lleva a cabo el sondeo dan la victoria al demócrata, excepto en New Hampshire y West Virginia donde los dos candidatos están al 50%. La media de todos los estados da un 60% de los votos, o tazas, a Obama.

Y tú me dirás: ¿Pero en qué se diferencia éste de un sondeo normal? Pues en nada, la gente se decanta por uno o por otro, pero los yankis se lo pasan bien con estas tonterías. He dicho.